La guía divina es constante, amorosa, estimulante, y alentadora, y siempre nos incita a mejorar una situación. Puede venir en una (o en combinación) de cuatro formas:
- FISICA O EMOCIONAL: Se siente en la forma de corazonadas, piel de gallina, hormigueos, premoniciones, o sentir la presencia de su Ángel a su lado. Estos sentimientos te guían a realizar cambios positivos. Esto es llamado CLARISENTIMIENTO, la cual significa “sentimientos claros”.
Las personas que reciben la guía divina a través de sus sentimientos, tienden a ser extremadamente sensibles a la energía de las personas y a los productos químicos.
Una forma de lidiar con la sensibilidad es escudándose y purificándose. Escudarse significa pedir en oración protección espiritual o visualizar luces protectoras a su alrededor. Purificarse significa pedirles a los Ángeles que liberen la negatividad que usted pudiese haber absorbido durante el día.
Cuando les hagas preguntas o les pidas ayuda a sus Ángeles, este atento de sus sentimientos repetitivos o intensos. La forma más directa que Dios y los Ángeles se comunican con nosotros es a través de nuestros sentimientos.
Tenga en cuenta los sentimientos que lo incitan a realizar cambios positivos, incluso si le parecen ilógicos o no relacionados con su solicitud. Si no está seguro que esos sentimientos sean una verdadera guía, pídele a sus Ángeles señales para validarlos.
- VISIONES Y SUEÑOS: Cuando ve una imagen en su imaginación, cuando tiene una clara aparición mientras sueña o está despierto, cuando ve luces brillantes e intermitentes, o cuando recibe ideas mentales que le ofrecen información, se llama CLARIVIDENCIA, lo cual significa “ver con claridad”.
Las personas que reciben guía divina visualmente, tienden a ser muy sensibles a la luz, a los colores y a la belleza del mundo físico. La mayoría de los clarividentes ven a los Ángeles como imágenes etéreas y efímeras en su imaginación.
Cuando le pida ayuda a sus Ángeles, este atento de las imágenes que le llegan a la mente, así como cualquier otra señal que vea con sus ojos físicos.
Si tiene una visión de un “sueño hecho realidad”, pídale a sus Ángeles que los guíen paso a paso hacia su realización.
- SABIDURIA: Usted sabe las cosas sin una razón lógica, como si DIOS le hubiera transmitido la información; habla o escribe con una sabiduría que excede sus conocimientos actuales; sabe cómo arreglar algo sin leer las instrucciones. A esto se le llama CLARICONOCIMIENTO, lo cual significa “conocimiento claro”.
Las personas que reciben guía divina como “palabras no habladas” tienden a ser altamente intelectuales o analíticas. Si usted se siente orientado hacia el pensamiento, la respuestas a sus oraciones llegaran como ideas brillantes que lo incitan a comenzar un negocio, a inventar algo, a escribir un libro y cosas por el estilo. Usted es un canalizador natural lleno de una sabiduría que sobrepasa su edad. Puede pedirles a sus Ángeles que le den las instrucciones y la confianza para llevarlos a cabo.
- PALABRAS Y SONIDOS: Usted escucha que lo llaman por su nombre al despertarse, escucha un coro celestial, escucha de lejos una conversación que parece a ver sido designada especialmente para usted, escucha un campaneo agudo en un oído, o una canción en su mente, o en la radio que posee un significado especial. A esto se le llama CLARIAUDIENCIA, lo cual significa “escuchar con claridad”.
Las personas que reciben guía divina en palabras son muy sensibles a los ruidos y a los sonidos. Los Ángeles siempre usan palabras positivas e inspiradoras, y suenan como si alguien estuviera hablándole directamente.
También podría escuchar un sonido agudo en un oído, que es la forma de los Ángeles de indicarle que le están entregando información y energía. Si el campaneo es molesto, pídale a los Ángeles que le bajen el volumen.
En una emergencia o en una situación urgente los Ángeles hablan en voz alta y directa.
Durante momentos ordinarios, sus voces son más suaves, lo que requiere que usted mantenga la mente callada y se encuentre en un ambiente sereno. A medida que se vuelve más sensible de escuchar el dulce sonido de los Ángeles, deseara proteger sus oídos de ruidos estridentes.
(El ABC de los Ángeles – Doreen Virtue)