Sé feliz y proclama el Amor
Deja de hacer hincapié en lo que está mal, en los errores de los otros, habla en positivo,
resalta lo bueno, infunde amor, fluye con Dios y en Dios, hazte parte de su felicidad
infinita y tu vida como humano no será más que una fiesta repleta de felicidad y
manjares de todo aquello que siempre soñaste y nadie te permitía.
Pues si luego de tantos años, locos sueños aún anidan en tu corazón es porque
Dios se resiste a que dejes de cumplirlos.
Amados, loados, benditos y Glorificados
por siempre y para siempre.
MIGUEL