“Yo creo en los ángeles” me dijo una vez un compañero de trabajo. Yo también creo en ellos, toda vez que “ángel” significa literalmente “mensajero”. Cada uno de nosotros en las manos del Señor puede ser un “ángel”, un “mensajero” al escribir estos Mensajes de ánimo.
Tal vez entregaste tu corazón y hallaste las puertas del otro cerradas. Tal vez diste tu corazón en una relación y el frío de su alma apagó el brillo de tus ojos. Tal vez tu llanto no halló el hombro donde afirmarte para llorar…
Te tengo buenas noticias: no existe el amor “no correspondido”. Sí existen personas que no te aman como necesitas que te amen. Es que lisa y llanamente no te pertenecen. Dios es quien se ocupa de estas cosas. El sabe de tu futuro. El conoce tus necesidades. El está al tanto de tu soledad. Muchas personas están rodeadas de gente, sin embargo, en lo profundo de su corazón transitan el frío y la oscuridad de un valle de soledad…
Había un perro que todas las noches de luna llena, salía a ladrarle a la Luna. Se pasaba noches enteras ladrando y aullando a la Luna, hasta el agotamiento. El amanecer lo hallaba exhausto y sin fuerzas.
¿Y la Luna? PUES SIMPLEMENTE SIGUIO BRILLANDO.
Hoy un ángel toca tu alma. No apagues el fuego de tu corazón con el hielo de quien no está “hecho para ti”. Simplemente SIGUE BRILLANDO y confía. Hay muchas personas en este mundo que necesitan y están dispuestas a recibir y valorar ese caudal de amor que fluye de tu corazón y que unos pocos desprecian.
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser …”
1 Corintios 13:4-8
Autor: Luis Caccia Guerra