10 Consejos para escuchar la Voz de Dios.
Consejo 9: Escuchando Exactamente Aquello que Necesitas
Cuando buscamos comunicación desde el Espíritu Santo, cuando buscamos guía o comprensión o una perspectiva de Paz, todos habremos de escuchar aquello que sea necesario que escuchemos y que tenga sentido para nosotros.
Si diez personas estuvieran compartiendo la misma experiencia y le pidieran al Espíritu Santo que las ayudara a comprender o percibir la situación de una manera diferente; las diez personas recibirían una comunicación distinta.
Todos tenemos diferentes experiencias, entendimientos, educación, conciencia y el Espíritu Santo empleará todo para ayudarte a comprender qué está sucediendo.
El Espíritu Santo utilizará metáforas y analogías para que tú puedas comprender. El Espíritu Santo no utilizará metáforas sobre el dinero con una persona que no se dedique a temas financieros o metáforas sobre construcciones a una persona que es maestro, etc. y así es como cualquier cosa, en términos del lenguaje, vocabulario, conceptos y ejemplos que pueda ayudarte a comprender; habrá de ser utilizada por el Espíritu Santo.
De esta manera es como cada uno tiene su propia experiencia personal del Espíritu Santo.
Así es como cada uno puede conocer que de hecho está escuchando al Espíritu Santo, ya que será una perspectiva muy amorosa que realmente es personal y tiene sentido para esa persona.
Una persona bien puede ser capaz de relacionar las cosas basándose en la comunicación que el Espíritu Santo le brinda mientras que para otra persona esa misma comunicación no tendría ningún sentido.
Por lo tanto este es un maravilloso atributo si, a través del Espíritu Santo, deseas hablar con las personas adecuándose exactamente al lugar en el que se encuentran.
Cuando uno entrega una conversación al Espíritu Santo, la Paz siempre se encuentra presente y esto proviene desde esta individualizada y personalizada forma de presentarse la verdad.
Bien podría parecer que este abordaje perpetúe la idea de la separación o individualismo, pero cualquiera sea la forma en la que cada aspecto del Dios o de su Hijo es capaz de recibir y comprender y entender la verdad para poder aplicar, esa verdad capaz es perfecta.
Que cada uno tome esa verdad y la utilice es lo verdaderamente importante, de forma tal que todos nos acerquemos al centro de las cosas.
Cada uno de nosotros parece estar haciéndolo de acuerdo a su propia forma, a su propio ritmo, de acuerdo con sus propias creencias y perspectivas, pero todos nos acercamos al mismo objetivo.
No es importante cómo es que llegamos a ese lugar, cada oportunidad de encontrar la verdad nos conduce más cerca de ese centro de forma tal que esa verdad cobre sentido.
Sea lo que sea aquello que estás deseando comprender, que tenga sentido, ten presente que el Espíritu Santo te hablará de una forma que podrás comprender.
Cuando escuches esa comunicación, observa cuán personal es, cuán altamente individualizada es que – incluso si son dos o tres palabras – esas pocas palabras cobran sentido para ti.
Si tienes pensamientos que te dicen que lo que escuchas eres tú mismo y no el Espíritu Santo, simplemente recuerda el hecho de que el Espíritu Santo está empleando todo de ti para hablarte, para guiarte, para brindarte Paz y simplemente confía en que el Espíritu Santo sabe exactamente cómo hacer esto.
Durante los próximos días, al escuchar pequeños y amorosos pensamientos, sugerencias, mensajes, permítete estar más y más conscientes de ellos.
Bien podemos decir “Oh, ese soy yo hablando” pero si ese pensamientos es amoroso, si es dulce, si es esperanzador, es el Espíritu Santo.
Serás más y más consciente de ellos y observarás cómo el Espíritu Santo te habla de una manera muy personal y muy amorosa.