10 Consejos para escuchar la Voz de Dios.
Consejo 6: Escuchando tus Sueños y Pasiones
Tal como hemos mencionado, el Espíritu Santo puede ver todo como una oportunidad para comunicarse con nosotros. Y todo en el mundo puede ser un mensaje del Espíritu Santo, si es contemplado desde la perspectiva correcta.
Escuchar nuestras emociones, nuestras pasiones y sueños es una hermosa manera de escuchar esta Voz. Es una comunicación simple y muy directa.
Muchas son las personas que piensan que Dios está afuera de ellos, que el Espíritu Santo está afuera de ellos, que estos son seres que están en el cielo mirándonos desde la distancia, seres separados de nosotros, superiores, sabios. De hecho, somos Uno con Dios y el Espíritu Santo. Somos parte de ellos y ellos son parte nuestra.
Por ende todo está en nuestro interior. Nuestra conexión con Dios y con el Espíritu Santo reside en nuestro interior y podemos experimentar nuestras pasiones y sueños como comunicaciones desde el Espíritu Santo. En mi vida, siempre me sentido impulsado a seguir mi corazón y siempre me ha conducido en la dirección correcta.
Con esto no estoy diciendo que seguir este impulso no me ha conducido a dificultades desafiantes o a frustrantes situaciones de aprendizaje. Sin embargo y vistas de lejos, todas y cada una de esas experiencias me han conducido al entendimiento, a la comprensión y la conexión que ahora siento. Todas estas experiencias han sido importantes en mi evolución y crecimiento.
La mayoría de nosotros duda de su propia inspiración, pasiones y sueños pensando que no pueden provenir de Dios. Pensamos mal de nosotros, no apreciamos nuestra valía. No vemos que sea posible seguir nuestra inspiración. Y sin embargo, aquellos que sí siguen sus sueños, conocen las recompensas de hacerlo. Saben de la conexión que sienten al seguir sus sueños, saben de la certeza que tienen al fluir con sus sueños porque de hecho, estas partes de nuestro ser que se manifiestan provienen de las profundidades de nuestro verdadero ser, esa parte que conoce el verdadero propósito de nuestra vida, la parte que conoce aquello que es para nuestro bien, la parte nuestra que sabe qué forma de servicio queremos desarrollar en esta vida – y así estamos permitiendo que esa parte de nuestro ser que desarrolle dentro nuestro, que se exprese a través nuestro y que se manifiesta como nosotros.
¿Cómo sabes si algo es para tu bien?
¿Cómo sabes que algo proviene realmente de tu corazón, de tu verdadero sueño? En mi experiencia, es algo que, a pesar de no escucharlo, no seguirlo, siempre vuelve hacia mí. Incluso si se lo he entregado al Espíritu Santo, vuelve hacia mí con mucha más fuerza. Si no sabes si algo es para tu bien o si en verdad es tu llamado interior, entrégaselo al Espíritu Santo.
Si regresa a ti con más fuerza, más vibrante y con más certeza que antes, entonces sabrás que vuelve hacia ti por una razón.
También sabrás que ese sentimiento, que esa pasión en tu interior sólo brota con fuerza de forma tal que puedes abrazarla y hacerla realidad.
Estas son comunicaciones desde tu verdadero ser, desde Dios, desde el Espíritu Santo que te conducen hacia un mayor crecimiento, tanto de tu aprendizaje como de tu servicio.
Crecer y servir no significa que siempre estaremos plenos de paz o de gracia o que haremos todo sin esfuerzo. Bien tendremos que luchar, bien tendremos algunos dolores, pero serán siempre bendiciones cuando las observemos desde la perspectiva correcta.
Durante los próximos días, reserva algo de tu tiempo para contemplar tus sueños. ¿Qué es lo que en verdad quieres? No me refiero a una casa más grande o tener una fortuna, sino que si fueras a morir el mes que viene, ¿qué sería importante para ti experimentar o lograr? Si estuvieras en tu lecho de muerte, y tuvieras que contemplar toda tu vida pasada para no arrepentirte de nada, ¿qué hubieras hecho diferente? Esa es tu pasión, esos son los sueños y la inspiración a la que me refiero, la parte más profunda de tu ser que quisieras experimentar y manifestar en el mundo.
Escuchala, confía en ella y pregunta que pasos debes dar para manifestar ese sueño en tu vida.
Durante los días siguientes, reserva algo de tiempo para observar todo esto en ti, para conectarte con este sueño en tu interior y ten presente que cuánto más lo sientas, cuánto más lo experimentes, más cerca estás de conseguirlo.